¿Cuantas veces sentimos esa necesitad de adrenalina, de sentir que estamos en peligro, en situación limite? Es normal eh, nada extraño. En la vida de uno, va por lo menos en la mía si, suelen estar esos momentos. Hay de esos acelerados, de esos medios normales, y otros muy tranquilos. Esa tranquilidad necesaria, pero que en un cierto momento resulta inquietante. Es ahí, cuando sentimos el impulso o la necesidad básica de ponerle algo de acción a esos días. Algo de adrenalina, un sabor diferente. ¿Sera por eso que aveces, nos damos cuenta un poco tarde, de cosas que hicimos y no entendemos como llegamos hasta ahí? De preguntarnos ¿Eso hice? ¿Hasta ahí llegue? Estrellarnos sin saber a donde vamos a parar, sin saber que sera después, o simplemente quitarnos esas ganas de saltar a un vació sin saber como iremos a caer. Se que no es muy aconsejable, ni tampoco soy quien para aconsejar, pero esos momentos, esa catarsis, ese vuelco de emociones, sensaciones, es necesario para seguir. Lo siento así. Y se que el equilibrio es la mejor solución, pero el quitarse las ganas de gritar, de correr, de saltar te hacen sentir mas vivo aun. ¿Vamos, saltemos?
