lunes, 7 de mayo de 2012

Juan Carlos, OJEDA.


 Que no te intimide. Que no te persiga. Que no te asuste; pero tengo la leve sospecha de que el mundo no se acaba nada, como habían dicho mis amigos, los mayas. Con esa salida de que el 2012, era el fin del mundo... Que nos íbamos a morir todos, o que el cambio iba por dentro... No paso nadinga. La cosa, según ellos, es que un cambio iba a haber seguro, pero se me hace que nada paso. Ya casi que estamos a mitad de año (o mas de un cuarto de año, seguro) y seguimos en la misma movida. Desconfiando, desilusionando, contaminando, haciendo daño a los nuestros y uno mismo. Sigue el egoísmo, el interés, la soberbia y los aires de reinado. Sigue habiendo jerarquía, sigue la estafa, y la discriminación. La minería, el abuso, la trata, y hasta por ahí todavía se sienten chispasos de la mismisima dictadura. Y no me tiembla la pera, por decirlo. Sigue, en muchos casos, la censura. Es así. Corta la bocha.
 Y ahí te das cuenta, que hasta los mismos mayas le pusieron pilas e iniciativa por cambiar el mundo y no funco. Mepa que tiene mucho que ver, esto de que la sociedad va en decreciendo y la idea era todo lo contrario. Sé que todavía  hay mentes activas, con ideales, valores, con pensamiento autónomo. Con proyectos y con buen corazón, por sobre todo. Hay gente buena y con sueños. Aunque para muchos, ya no existan o están en extinción, las hay. Créanme.
  Así que bueno, un poco chiva con los mayas, y un poco esperanzada de que pase algún cambio en lo que va de este 2012, comunico y hago publica mis máximas ganas de que algo de todo eso que todavía hay, cambie. Mejore. Se solucione...


Igual, ¡OJO! El cambio ESTA EN UNO MISMO. 
¿ Empecemos?