sábado, 4 de febrero de 2012

Un minuto real de felicidad.

"Amelie, tiene de repente la extraña sensación 
de estar en total armonía consigo misma.
 En ese instante: todo es perfecto.
 La suavidad de la luz, el ligero perfume del aire,
 el pausado rumor de la ciudad. Inspira profundamente 
y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente
 que un arrebato de amor, parecido a un deseo
 de ayudar a toda la humanidad, la empapa de golpe."


  _________________________________________________


 
Pensando, quizás, que iban a venir días como los de siempre, se llega a la simple conclusión que ahora todo tenia otro tinte. Otra sabor, otra melodía, otra canción. Mañanas diferentes,mil y una noche. Gente con corazón. Un color, el mismo de todo la vida. Una pasión. Una ilusión. Nada es como se quiere, jamás. Y prometió nunca más, hablar de "siempres y jamases". Un fuerte olor a pueblo, a esencia de esa, la mas linda. La mas pura, la mas sencilla. Palos que vuelan, como vientos que llevan y nada cambio.  Fracaso tras fracaso, enseña. O acostumbra... Se percibe algo de espuma loca y de bombuchas a punto de explotar. Ese olor a globo, y detergente. Cotillón. Bombo, platillo. Mirar al costado, y ver que sigue ahí. De pie. El eterno árbol de la fe, al cual se le suplica, grita y  repite mas calmado aun: "¡Mantenete firme, y fijo junto a mi!"


No hay comentarios: