Un poco gris, estaba afuera. Y a pesar de que algunas nubes querían hacer de las suya; en el aire, en el ambiente se podía percibir esa esencia, ese otro olor. Algo así como olor a Carnaval. Por cuestiones de la vida, de la fantasía, o de la pura realidad es que nació todo esto. Mezcla de alegría y corazón. Sinónimo de razón y lucha. Un poco de todo, y salio esto que es hoy; una enorme masa de mentes con mucha pasión. Muchas almas puras y en plena acción que se movilizan produciendo una linda renovación intento de revolución. Asfalto, tierra, pasto, baldosa o sobre el mismo aire. Volando ilusiones, se patean esos dolores. Se crea una fiesta, una caravana que no quiere terminar. Y aunque se perciba la resaca, o cuando la luna te invita a volver sabemos que nada termina, que esto no tiene final. Sabemos que carnaval es todo el año. Del sol ya nos hicimos amigos, de las estrellas también. El agua nos refresca, nos activa el placer de sentir como nada puede acabar con este delirio. Cada año se encuentra una nueva excusa, una nueva razón para volvernos a ver. Serán cumpleaños, reunión o corsos, viajes, ensayos o presentación. Algo nos dice que todo esto se nos vuelve una especia de adicción. Bendita MURGA! Hiciste lo que quisiste conmigo, desde el primer día que te sentí! Un placer que no es nada fácil controlar, aunque sea solo cuestión de dejarse llevar. De animarse a saltar, de aprender a soñar, a compartir y nunca dejar de sorprenderse por esto que nos toca vivir. Tenemos nuestro día, aunque un poco triste el motivo que nos lo dio. Igual le ponemos de eso, de eso que tenemos nosotros, por ley: Alegría y carnaval! Al ritmo de ese pulso que nos hace vibrar. ¿Que mas pedir?, o mejor agradecer por ser parte de esta locura que se me hizo piel.
Feliz día!
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