miércoles, 21 de abril de 2010

tengo aquí,



en mi pecho, un corazón... Celeste

Si, si. Celeste.
Que lindo color. Es como que identifica mi pasión, la pasión de muchos. Siempre, o casi siempre, que me cruzo con este color (sea en una pared, muro, ropa, etc) vienen a mi mente muchas cosas. Todas referidas a él. Mi pirata cordobes. Que sentimientos, cuantas sensaciones que provoca en mi, en mi interior. Y esto no me pasa solo a mi, se que hay más. Se que somos muchos.

Tengo muchos ejemplo, muchos. Pero el más proximo a la fecha, fue la del último de local.
Ahora; cierren los ojos.
No, no mejor no, porque si no no van a seguir leyendo. Mejor aun, abilitenme la sección: imaginación de su mente. Ahora si; noche. Mucho frio, la mayoria un tanto abrigados. Belgrano en el campo de juego, peliando un partido (que sabran muchos, ganamos, y Bien ganado), cancha repleta, a mi alrededor: piratas y más piratas. Pero no de esos, asi nomás, que van de vez en cuando. Si no, que eran de esos, con los que comparto la mayoria de los jugados de local. Entre ellos: chueco, pelado, nico, toto, juan, trompetas y bombos tambien. Bombos, como bien los nombre, haciendose escuchar en todo momento. De a ratos, truenos, relampagos de esos que dan cositaa y tiene mucha luz. Lluvia. Pilotos de colores, paraguas celestes y negros. Los tres tiros iluminaban más aun la popular. Que momentos, que cosas, de esas que uno agradece a ver vivido. Lluvia, en masiva cantidad, de esos gotones que pesan y hasta duelen aveces.

Momento exacto que muchos lebantamos la cabeza; y ahi estaban. Ellas, caian del cielo. Tan duras, tan blancas. La piedra. Pffff, partido detenido. Pero podes creer; la hinchada seguia ahi, los bombos seguian sonando. La hinchada cantaba aun más fuerte! Mucho mas fuerte, todos saltaban. Era como si la piedra les inyectara una dosis de adranalina, mas de la que por naturaleza se lleba a la cancha. Que situación esa. Que sensación. Por tan solo poco tiempo, la lluvia para. El partido sigue en juego. Lluvia. Mucha agua,casi ahogados cantabamos todos. Llegando al final, la lluvia se escasea, solo caian las gotas de la punta de nuestras narises. Termina el partido. La hinchada sigue completa, la gente sigue cantado.

Es que hace falta otro ejemplo para poder tratar de mostrar y contarte, tan solo un cachito de lo que proboca Belgrano en mi vida, en la vida de muchos. Somos muchos. Somos tanto o más que mucho. Que felicidad me da mi Pirata, y es que estube, estoy y estaré agradecida de por vida a mi familia, por hacerme crecer asi: simple y enteramente de Belgrano.




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Me invade el Orgullo,
al decir y afirmar, que formo
parte de esta pasión.
pasión de un pueblo.

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